En cuanto a sustituir vehículo en caso de robo, el contrato que celebres con tu empresa de confianza debe darte las pautas principales para reclamar esta disposición.

Las instancias más habituales para que recibas el vehículo de sustitución están relacionadas con una avería que amerite su ingreso al taller, el robo y diversos tipos de siniestros.

Es importante acotar que la naturaleza del siniestro depende de lo que la aseguradora califique como admisible o no. Por ejemplo, cuando estás involucrado en un accidente en el cual las autoridades han determinado que fuiste culpable, esto puede ser causal suficiente para dejar de recibir ciertos beneficios.

En función de lo estipulado para sustituir vehículo en caso de robo, es muy factible que no recibas el reemplazo de inmediato. Por razones de trámites, antes la aseguradora debe constatar que efectivamente ocurrió el hurto y luego proceder a dar la orden. Esto suele depender de los peritos encargados del caso y las conclusiones del informe aportado a la empresa.

Una vez que tengas el aval de la empresa de seguros, tendrás a tu disposición un auto sustituto para movilizarte mientras te tramitan el arreglo o el auto nuevo en caso de robo. La duración de este servicio estará sujeta a lo dispuesto en las cláusulas correspondientes y depende de la cobertura según el suceso que haya acontecido.

Habitualmente, hay límites en cuanto al kilometraje recorrido y para casos de robo los lapsos pueden oscilar entre 5 a 30 días los cuales pueden ser por daño o por evento según la aseguradora.